imagen de una familia de padre, madre y dos hijas, sentados en una heladería comiendo helados

🍦 Helados y alergias alimentarias: cómo elegirlos con seguridad


Cómo elijo helados seguros para mi hija con alergias alimentarias

El verano, las tardes de calor y los helados parecen una combinación perfecta.
Pero cuando en casa hay alergias alimentarias, elegir un helado deja de ser una decisión rápida y se convierte en un ejercicio de atención y prevención.

Con más de diez años conviviendo con alergias, sé que comprar helados no es solo una cuestión de sabor. Cada envase, cada variedad y cada etiqueta pueden marcar la diferencia entre un momento feliz y una situación de riesgo.

Hoy quiero compartir contigo los pasos que sigo SIEMPRE antes de meter un helado en el carrito.
Quizá también te ayuden.


1️⃣ No me basta con saber que “una marca nos va bien”

Es un error muy común pensar que, si un producto de una marca es seguro, todos los de esa marca lo serán.
En realidad, cada sabor puede tener ingredientes diferentes y fabricarse incluso en otra planta.
Y eso significa que los riesgos pueden cambiar.


2️⃣ Leo los ingredientes enteros, no solo los alérgenos en negrita

La ley solo obliga a resaltar en negrita los 14 alérgenos de declaración obligatoria (como cacahuetes, frutos de cáscara, leche, soja, gluten, huevo, entre otros).
Si tu alergia no está en esa lista —por ejemplo, melocotón, maíz o kiwi—, ese ingrediente aparecerá sin resalte, igual que cualquier otro.
Además, las trazas suelen indicarse aparte, a veces en letra muy pequeña.
Por eso, leo toda la etiqueta de principio a fin, sin quedarme solo con lo que está en negrita.


3️⃣ Me fijo en la planta de fabricación

Este es un detalle que muchas personas pasan por alto: un mismo producto puede fabricarse en distintas plantas, con líneas de producción y riesgos diferentes.
Cuando veo un cambio de fábrica, reviso con más atención los posibles alérgenos.


4️⃣ Si tengo dudas, no lo compro

Puede parecer drástico, pero para mí es una regla básica: si no tengo la seguridad de que el producto es seguro, prefiero no arriesgarme.
No merece la pena jugar con la salud.


🌿 No es obsesión. Es prevención.

A veces me dicen: “Pero si siempre le ha sentado bien…”. La realidad es que las etiquetas cambian, las recetas se modifican y las plantas de fabricación no siempre son las mismas.
Revisar cada producto, cada vez, es parte de nuestro día a día.


💬 Y tú, cuando compras helados o cualquier otro producto, en qué te fijas primero?
Cuéntamelo en comentarios que seguro que aprendemos juntas.

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