Historia de un amor
El baile siempre ha sido una constante en mi vida. Desde las noches en discotecas durante mi juventud hasta las improvisadas coreografías en casa o en las fiestas, bailar ha sido mi manera de expresarme, de liberarme, de ser yo misma. 💃 Siempre he creído que todos tenemos derecho –y casi una obligación– de perseguir nuestros sueños, potenciar nuestras virtudes y disfrutar de nuestras pasiones.
Sin embargo, la vida a veces nos pone desafíos que demandan toda nuestra atención. Cuando nació mi hija, mi rol como madre llenó mis días, y cuando descubrimos su alergia alimentaria a una edad tan temprana (puedes leer los inicios en el post debut), mi dedicación se intensificó aún más. 👩👧👦Protegerla, asegurar alimentos seguros y crear un entorno donde estuviera a salvo se convirtió en mi prioridad absoluta.
Pasaron los años, y poco a poco, empecé a encontrar el equilibrio para dedicarme también a mí misma. Fue entonces cuando decidí volver a una de mis grandes pasiones: el baile moderno. Funky, hip hop, movimientos llenos de energía…🎶 ¡simplemente irresistible! Aunque una trocanteritis retrasó mi inicio, no dejé que ese obstáculo me detuviera. Tras superar ese bache y sobrevivir al primer año de pandemia, finalmente me inscribí en la academia de baile más genial de Asturias.
Y lo mejor de todo: no lo hice sola. Mi hija, que comparte mi amor por la música y el movimiento, también se apuntó. 🥰.
Así comenzamos a bailar con alergias!!!
Una Terapia para el Alma
Desde el primer día en la academia, nuestras vidas dieron un giro maravilloso. Bailar no solo es ejercicio físico, es mucho más: es liberar emociones, es conectar contigo misma, es un antídoto para el estrés. 💆♀️La alegría que se siente al bailar es incomparable, y cuando compartes esa experiencia con otros, se convierte en una terapia para el alma.
En nuestras clases semanales, no solo movemos el cuerpo; reímos, conectamos con un grupo increíble de personas y sentimos cómo la música transforma nuestra energía. ✨A nivel físico, el baile es un ejercicio completo que mejora la coordinación, la resistencia y la fuerza, pero, más allá de eso, es pura felicidad.
Además, compartir esta actividad con mi hija ha fortalecido nuestra relación de una forma única. 💕Juntas disfrutamos de los festivales de Navidad y Fin de Curso, celebramos cada logro y enfrentamos los nervios de los concursos como un verdadero equipo. Nos apoyamos, aprendemos la una de la otra y creamos recuerdos que quedarán con nosotras para siempre.
Bailar sin Temores: Alergias y Seguridad
Sé que, como familias con alergias alimentarias, a veces sentimos que nuestras vidas están llenas de límites. Pero quiero compartir algo importante: nuestras alergias no nos definen, ni a nosotros ni a nuestros hijos. 🌈En la academia de baile, hemos encontrado un espacio inclusivo, donde con pequeñas precauciones –como informar al equipo sobre las alergias de mi hija y evitar ciertos snacks compartidos– podemos disfrutar plenamente sin preocupaciones.
Quiero animar a todas las familias que viven con alergias alimentarias a explorar actividades que les llenen de felicidad, como el baile. 💃✨Es posible llevar una vida segura y enriquecedora, llena de momentos inolvidables y de amor.
El Ritmo de la Vida
Bailar me ha recordado algo fundamental: que nuestra felicidad es tan importante como la seguridad y bienestar de nuestros hijos. Que podemos ser madres y también mujeres con pasiones, sueños y hobbies.🌟
Hoy, bailar no solo me ha devuelto mi energía y mis ganas de moverme, sino que también me ha regalado una conexión especial con mi hija y un grupo maravilloso de personas con las que compartimos esta pasión.💓
Si tienes la oportunidad, ¡anímate a bailar! Ya sea hip hop, funky, o cualquier estilo que te haga vibrar, recuerda que no hay mejor medicina para el alma que moverse al ritmo de la música, libre y feliz.🎶💃
Apúntate a la lista prioritaria y recibe tu regalo y no te pierdas la receta del próximo post porque está genial!!
